Es apreciado como la imagen de una poderosa deidad Babilónica llamada Ea. El Dios vivió en el océano. Salía todos los días para observar sobre la tierra y retornaba al mar todas las noches.
Constante, espíritu de sacrificio, tendencia a la introversión y luchador infatigable. Logran llegar a las cumbres más altas, sintiéndose a veces muy solos asentados en el éxito, aunque reciben sus gratas recompensas. No busca que le adoren, ni que mimen, más bien rechaza cualquier apoyo o ayuda y quiere llegar él solo y lograr sus metas con su propio esfuerzo. Para él, lo más importante es el trabajo y trabajo duro e infatigable, con una constancia admirable. No le importa lo largo del camino, porque sabe que con esfuerzo conseguirá llegar al final. No es de esas personas que "parecen" brillantes e inteligentes. Su inteligencia la oculta si así es preciso, no desperdicia ni un minuto en hacer o decir cosas inútiles, por lo que a veces es muy callado y prefiere estar consigo mismo y sus pensamientos. A veces pueden parecer personas muy frías y con poco corazón. En realidad reservan su corazón para su vida íntima, porque en el trabajo, la irracionalidad y los sentimientos no tienen cabida. Esta racionalidad les impide emprender acciones con riesgos innecesarios, ya que tienen un instinto de supervivencia nato que les hace evitar cualquier cosa que pueda oler a peligro. Puede ser egoísta y materialista, aunque con algo de control también es capaz de superarse a si mismo concediéndose determinadas libertades. Los mejores Capricornio pueden lucir virtudes como la perseverancia, sentido del deber, disciplina, constancia, inteligencia, voluntad a largo plazo. En el amor es fiel. Una vez que toma una decisión no cambia. Aunque cree en el amor para siempre y en el romanticismo, su alta madurez y responsabilidad le tornan algo cauto en las acciones. Se controla muy bien y su amor puede parecer a veces frío e insensible, pero es su mejor forma de amar.
Regidos por Saturno, los nativos de este signo se caracterizan por un frío desapego, que les confiere una gran capacidad para evaluar racionalmente la realidad. Poco emotivos en general, parapetados y siempre a la defensiva, están animados por una profunda ambición, que los capacita para realizar sus objetivos incluso a largo plazo. Dotados de gran capacidad de concentración, indiferentes a los éxitos de brillo fugaz, tienden a controlar con fría racionalidad cualquier situación y a dominar sus emociones con tal de alcanzar las metas que se fijaron. Si alcanzan el éxito, se tratará seguramente de un éxito estable y duradero, ya que ha sido logrado poco a poco, con lucidez y mucho esfuerzo. Los obstáculos no los asustan, incluso los estimulan a continuar, aunque sea lentamente y, a veces, renqueando -como la cabra que tiene que alcanzar la cima de la montaña-. Para estos individuos todo es conquista, incluso a costa de grandes sacrificios y renuncias.
Este tipo es un ser frío, edificándose su personalidad en un movimiento de retraimiento sobre sí mismo y de concentración que excluye toda exteriorización. Este ser "frío" es, a la vez, introversión e inemotividad, real o aparente (el "apasionado frío"), lo que le asegura el dominio sobre sí mismo. Es, también, un ser lento: paciencia, perseverancia, estabilidad, ponderación, meditación, pesimismo, soledad o la melancolía. Si se asocia al frío saturnino, la sequedad marciana, tenemos al nervioso duro, sólido como una roca: es un ser rudo que se beneficia de un sólido equilibrio por el dominio de los sentimientos y la firmeza de carácter: aplomo, sangre fría, robustez, disciplina, obstinación, densidad, fijeza.
Regidos por Saturno, los nativos de este signo se caracterizan por un frío desapego, que les confiere una gran capacidad para evaluar racionalmente la realidad. Poco emotivos en general, parapetados y siempre a la defensiva, están animados por una profunda ambición, que los capacita para realizar sus objetivos incluso a largo plazo. Dotados de gran capacidad de concentración, indiferentes a los éxitos de brillo fugaz, tienden a controlar con fría racionalidad cualquier situación y a dominar sus emociones con tal de alcanzar las metas que se fijaron. Si alcanzan el éxito, se tratará seguramente de un éxito estable y duradero, ya que ha sido logrado poco a poco, con lucidez y mucho esfuerzo. Los obstáculos no los asustan, incluso los estimulan a continuar, aunque sea lentamente y, a veces, renqueando -como la cabra que tiene que alcanzar la cima de la montaña-. Para estos individuos todo es conquista, incluso a costa de grandes sacrificios y renuncias.
Este tipo es un ser frío, edificándose su personalidad en un movimiento de retraimiento sobre sí mismo y de concentración que excluye toda exteriorización. Este ser "frío" es, a la vez, introversión e inemotividad, real o aparente (el "apasionado frío"), lo que le asegura el dominio sobre sí mismo. Es, también, un ser lento: paciencia, perseverancia, estabilidad, ponderación, meditación, pesimismo, soledad o la melancolía. Si se asocia al frío saturnino, la sequedad marciana, tenemos al nervioso duro, sólido como una roca: es un ser rudo que se beneficia de un sólido equilibrio por el dominio de los sentimientos y la firmeza de carácter: aplomo, sangre fría, robustez, disciplina, obstinación, densidad, fijeza.



1 comentario:
ey yo tambien soy capricornio, que bien nos pintan ahí... En algunas cosas creo que tiene razon, en otras me gustaria que la tuviera... En fin yo no creo en todo eso, pero siempre me ha dado gusto leerlo. Saludos
Publicar un comentario